miércoles, 11 de abril de 2007

LAS CONTRADICCIONES DEL NARCO EN COLOMBIA

Uno de los fenómenos mas complejos y de mayor efecto desintegrador que ha enfrentado Colombia durante su historia reciente es el referente al cultivo, procesamiento y trafico de narcóticos.
En General, durante los últimos 30 años, se han editado en Colombia no menos de 200 títulos sobre el mercado ilegal de este tipo de drogas, sin embargo, llama la atención el hecho que mas del 80% de estos estudios están centrados en los conflictos entre policías y bandas de traficantes, los peligros que representan para la institucionalidad, los procesos de extradición, la persecución y muerte de los capos delincuenciales, y hasta con las versiones claramente politizadas del tema, que intentan de manera forzada y maniquea ligar a las organizaciones armadas de izquierda al narcotráfico.
El "Boom" literario sobre este fenómeno, ha contribuido consciente e inconscientemente, para que el problema del narcotráfico sufra una curiosa metamorfosis: que de síntoma de crisis de un modelo de acumulación y dominación oligarquico-excluyente, aparezca ahora como la novedosa causa de los factores estructurales e históricos que tienen que ver con las inequidades y desequilibrios internos - externos, como generadores de la miseria, el rezago y la injusticia, propios del subdesarrollo colombiano.
La economía es una de las disciplinas, desde donde se han elaborado los trabajos de mayor sistematicidad, sobre todo con estudios de tipo econométrico y macroeconómico, tratando de encontrar explicaciones globales sobre el impacto de la droga en las cuentas nacionales, y diversos aspectos que tienen que ver con las ganancias y el itinerario de los grandes beneficios de este negocio.
Los estudios de carácter regional, microsocial y local, desde donde se podría contribuir a comprender mejor nuestra realidad historico-social, económica y política, son dejados de lado, casi como una tarea para historiadores, antropólogos o sociólogos.
Dentro del contexto de los discursos que se han producido acerca del narcotráfico, ya sean estos sensacionalistas, apologéticos, de crónica, policiales, e incluso académicos; se identifican tendencias claras ligadas específicamente a momentos de percepción y evolución, tanto nacional como internacional del fenómeno.
LOS MOMENTOS Y EL LABERINTO DE LA DESINFORMACIÓN
Durante los años 60, los relatos empiezan a explicar el nacimiento de esta empresa ilícita, como el resultado de la influencia de los movimientos liberacionistas y "hippistas" en una sociedad en transito del campo a la ciudad, con el paso y conformación de unidades familiares extensas-rurales a nucleares-urbanas. Esta versión del problema va a empezar a ser complementada con un discurso medico-clinico, en donde se enfatizan los efectos nocivos del consumo y adiccion a las drogas sobre la salubridad físico mental de los individuos.
En la década de los 70, cuando se asiste al agotamiento del modelo económico basado en la sustitución de importaciones, y de otro lado al fin del pacto frente-nacionalista(1), se inicia una juridizacion del discurso, primero internacional y luego a nivel nacional; y se identifica la conformación mas o menos articulada de los primeros núcleos de traficantes de marihuana (los marimberos, en la costa norte del país) base de la posterior neo-oligarquia en ascenso.
La crisis de los años 80 resulta paradigmatica respecto a las adjetivaciones sobre el estudio en cuestión, es aquí cuando de manera mas abierta los discursos "demonizan" al narcotráfico, y cuando los grupos que lo controlan desde adentro, hacen mas explícito su "sentido" empresarial, "vocación política" y dinámica social. Crecen y controlan la producción nacional y el mercado externo, forman organizaciones políticas de carácter regional, y se abren relativos canales de presencia en algunos de los espacios sociales y gremiales, antes reservados exclusivamente para las élites.
El efecto catalizador del fenómeno durante esta época, moviliza a la opinión publica nacional e internacional apartándola de otros centros de atención, y llevándola casi unánimemente a procesar la dinámica y resultados de esta compleja crisis desde la óptica unilateral e instrumentalizada del narcotráfico. Interminables pueden ser las ilustraciones que en este sentido han circulado y que en la presente década toman mayor fuerza con el aparente desplazamiento del enemigo interno "el comunismo", por el ahora "objeto y blanco de guerra" del Imperio, "el narcotráfico".
1 -Pacto consociativo creado y firmado entre la élites de los dos partidos tradicionales, liberal y conservador, para alternarse el poder en forma equitativa durante 16 años (1958-1974), y así intentar poner fin desde arriba, a un periodo de violencia (1930-1958) en donde los conflictos políticos adquirieron ribetes dramáticos, costando la vida a n menos de 300.000 colombianos.-
DE COMO TRAS LAS CORTINAS DE HUMOS, LOS ENEMIGOS RESULTAN SIENDO AMIGOS.
Dentro de este panorama de relatos, que se han generado acerca del problema del narcotráfico, se identifica un componente que atraviesa a la mayoría de los discursos: el doble juego y la manipulación. Este hecho, que a primera vista puede ser interpretado como una característica socio-cultural de una comunidad basada en la mentira, de un elemento propio de las sociedades parcial y tardíamente secularizadas, o de un elemento intrínseco a la generalización de los medios masivos como productores de opinión; genera en Colombia inversiones sui generis respecto a la percepción que se difunde entorno a la complejidad de nuestra historia reciente.
Se ha expandido en grandes sectores de la comunidad internacional y nacional, la versión de que toda nuestra violencia contemporánea proviene del llamado "narcotráfico". Valdría la pena preguntarse, ?Por que se ha generado mayor conflicto en Colombia , y no en otras naciones andinas en donde cultivos como el de la coca tienen mayor reconocimiento cultural y productivo?.
Podemos señalar que el narcotráfico arrastra consigo múltiples componentes de violencia, pero que no es el único generador de la misma.Lo que ocurre es que la fuerza de su riqueza y poder ha encontrado un clima abonado para entrar en el juego con otras fuerzas económicas y sociales que han actuado de manera similar.
Es así como mas allá de los discursos y en el campo de las acciones, amplios sectores de la clase política mientras rechazan verbalmente el narcotráfico, financian sus propias campañas con dineros provenientes de El. Mientras aprueban millonarias partidas en el Parlamento con el fin de asegurar el orden interno, han permitido la creación de grupos políticos regionales de reconocido origen en intereses narcotraficantes.
Mientras se garantizo una "convivencia pacifica" entre narcos y clase política, es decir mientras la segunda regulo y pacto determinados espacios con los primeros, florecieron : Accion-civica Medellín sin tugurios (Pablo Escobar-Antioquia), Movimiento Latino Nacional (Carlos Ledher-Quindio y eje cafetero), Movimiento de Renovación Nacional MORENA (E.Valenzuela -G. Rodríguez Gacha-Magdalena Medio) y FUNFAZCORD (Fidel Castaño-Uraba-Cordoba- Sucre); estos dos últimos todavía hoy con reconocimiento legal. Sin contar, lo que ahora es de conocimiento publico, las "ayudas voluntarias", que testaferros o empresas del narcotráfico hacen llegar a las arcas de los partidos tradicionales para la financiación de las campañas.
Algunas organizaciones gremiales que también han "enarbolado" las banderas de la paz y la deslegitimización de la organizaciones insurgentes, han encontrado una curiosa forma de acercamiento con el poder del narcotráfico. La SAC, Sociedad de Agricultores de Colombia, de grandes agricultores y terratenientes, FEDEGAN Federación de Ganaderos, ACDEGAN, Asociación de Ganaderos del Magdalena Medio, UNIBAN, Unión de Productores de Banano; entre otros, fortalecen la alianza FF. AA.-paramilitares (que son uno solo) y narcotraficantes, con el fin de continuar la guerra sucia en su intento por diluir por la fuerza cualquier intento de protesta social que afecte sus intereses.
Es en este escenario, y en medio de un conflicto social y armado de vieja data, en donde se enquistan los empresarios del narcotráfico, para "contribuir" con su guerra a la pacificación de Colombia.
El poder de narcotráfico, se alío con las FF AA y de la ultraderecha, con el militarismo, y, después de varias guerras, ha ido evolucionando hasta encontrar nuevos puntos de acuerdo con las élites politico-economicas del país. Todo lo anterior, es aprovechado por el Imperio y el débil y antisoberano Estado colombiano, en la lucha contra sus enemigos, que desde luego no son los narcotraficantes, que compran a sus compañías quimico-farmaceuticas los elementos precursores de las drogas y dinamizan por canales informales su decaído sistema financiero, sino, la oposición política en Colombia que se encuentra fundamentalmente enguerrillerada, porque el régimen no dejo otra opción, y se pretende presentar como lucha contra el narcotráfico, la lucha contrainsurgente y la represión a la protesta popular, que día a día avanza en el desarrollo de condiciones que permitan la reconstrucción de nuestra patria de manera digna, soberana, con justicia social y en paz.

FUENTE: http://www.farcep.org/resistencia/internacional/16/narcotra.htm

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